Por Gregory Beyer, director de estrategia de contenido de Thrive Global

Los trabajadores de salud enfrentan desafíos inmediatos en el terreno durante la crisis del coronavirus.

Como reporta el New York Times: “en todo Estados Unidos, los médicos, enfermeros y otros trabajadores de salud enfrentan una gran escasez de máscaras, batas quirúrgicas y gafas para protegerse del virus”. Si bien el Congreso ha aprobado una ley de emergencia de $8.3 mil millones para combatir el coronavirus, ni un centavo de ese dinero va directamente a los trabajadores de salud en el frente para equipo y suministros de protección, según ProPublica. 

Esta escasez complica más el ya enorme desafío que enfrentan los trabajadores de primera línea. Por eso es particularmente importante que usted se centre en otro aspecto del que se habla poco pero que le permite ser eficaz y cuidar de sí mismo en este momento: proteger su salud mental. 

El tipo de trabajo que hace en el frente hace que sea particularmente vulnerable a problemas de salud mental, lo que incluye el síndrome de estrés postraumático, estrés agudo y depresión, según The Journal of Individual Psychology. Además, muchos sienten vergüenza de pedir el apoyo que necesitan.

Por lo tanto, ya que cada vez se pide más de los trabajadores de primera línea, no solo es esencial que tenga acceso a los recursos de salud mental que necesita, sino que también cambie de actitud de inmediato, deje de avergonzarse de expresar sus necesidades y temores, y se dé permiso para cuidar de sí mismo.

En un artículo en Fortune, Arianna Huffington y Michelle Williams, decana de la Facultad T.H. Chan de Salud Pública de Harvard, escribieron, “Por algo en las presentaciones de seguridad durante vuelos siempre nos indican que nos pongamos primero la máscara de oxígeno antes de ayudar a otros pasajeros. No podemos ayudar a los demás eficazmente si no nos protegemos primero”.

Estos son unos cuantos micropasos para apoyar este esencial cambio de actitud. Quizá parezcan pequeños —y esa es la idea— pero ofrecen una poderosa perspectiva y alivio en medio de situaciones estresantes.

Si nota que se dice a sí mismo que no puede cuidarse, haga una pausa y opte por cambiar de parecer. No es nada egoísta atender sus necesidades básicas. Según las recomendaciones de SAMHSA, es esencial reconocer que su prioridad debe ser el control del estrés. Cambie su diálogo interno a frases como, “si me cuido un poquito, puedo dar lo mejor de mí al cuidar a mis pacientes”. 

Dedique unos minutos a recuperarse después de un momento difícil. En vez de atender de inmediato a su próximo paciente, salga a caminar brevemente o practique la respiración consciente durante unos minutos. Si decide tomar un tiempo breve para sí mismo, esto lo ayudará a ordenar sus ideas, recargar baterías y reponerse de cualquier desafío.

Cuando reciba una notificación que le causa estrés, haga una pausa y concéntrese en inhalar cinco segundos y exhalar otros cinco. La respiración consciente activa el sistema nervioso parasimpático, que está a cargo de disminuir el cortisol y el nivel general de inflamación.

Haga clic aquí para más información sobre las formas en que Thrive Global apoya a los trabajadores de salud en el frente de la pandemia del coronavirus y averigüe cómo puede apoyar la causa con una donación a #FirstRespondersFirst.

Author(s)

  • Gregory Beyer

    Director of Content Strategy, Thrive Global

    Greg is Thrive Global’s Director of Content Strategy. Previously, he worked at The Huffington Post as senior editor to Arianna Huffington, while also overseeing features coverage. Greg studied English and creative writing at Colgate University and journalism at Columbia’s Graduate School of Journalism. His writing and reporting have appeared in The New York Times, The New York Times Book Review, The Wall Street Journal, and the Los Angeles Times.